Una de las preguntas que he recibido hace poco en mi canal de YouTube, así como en mensajes privados, es la de qué diferencia hay entre interpretar para teatro y para cámara.

 

 

 

Por eso, he querido plasmar en este nuevo post 5 claves para trabajar en cámara como actor o actriz. ¡Comencemos!

 

 

 

1. Búsqueda de la verdad

 

 

 

Personalmente, cuando dirijo, hay algo que SIEMPRE busco en un/a intérprete. Y ese algo es “verdad”. Cada actor o actriz es único/a, con sus cualidades indistinguibles.

 

 

 

Por tanto, lejos de intentar amoldarte a “lo que piden” o a un determinado perfil, ¡te recomiendo descubrir a fondo qué clase de persona, y de actor o actriz eres, y que explotes a fondos tus rasgos distintivos!

 

 

 

A partir de ahí, decirte que en cámara no hay artificios que valga. Lo que siempre se te exigirá, sea cual sea sea tu personaje y trabajes con quien trabajes, es que tu interpretación esté cargada de verdad.

 

 

 

Y es que la cámara es la mayor prueba del algodón que existe… A la que no vivas al máximo el proceso emocional de tu personaje, o hagas cualquier gesto que sea falso o impostado… ¡Quedarás delatad@ de forma inmediata, y no podrás agarrarte a recursos escénicos o a tu distancia respecto al público como lo harías en teatro!

 

 

 

2. Sutileza VS Proyección

 

 

 

Continuando con lo comentado anteriormente, en teatro no solamente es útil proyectar tu energía y tu voz hacia el público, ¡es necesario!

 

 

 

Esto se debe a que existe una distancia considerable entre el escenario y el público, y si no proyectas tu acting… Dejémoslo en que solamente los espectadores de las primeras filas entenderán y apreciarán tu interpretación, ¡pero el resto del público no se enterará de nada!

 

 

 

En el audiovisual, es innecesario proyectar, por la sencilla razón de que siempre se te va a filmar de manera que el público vea y escuche perfectamente aquello que tu personaje tiene por aportar a la historia. El plano se centrará en ti, y acercarán el micrófono cuanto sea necesario para que se te escuche como es debido.

 

 

 

Sabiendo esto, el truco para no resultar “teatral” en cámara es jugar al siempre eficaz recurso de “menos es más“. Sé sutil y evita sobreexpresar los pensamientos, deseos e intenciones de tu personaje, especialmente en un primer plano. ¡La sobreactuación es enemiga de la verdad actoral!

 

 

 

Piensa que, en cine/televisión/publicidad, el todo es mucho más que la suma de sus partes, y tu acting estará acompañado por la intención visual de la obra, la banda sonora… Todos estos elementos reforzarán tu interpretación, así que no todo depende absolutamente de ti.

 

 

 

3. Dosificación de la energía

 

 

 

Otro punto clave es que dosifiques sabiamente tu energía. Algo que te ayudará mucho en este sentido es ser consciente de con qué plano van a filmarte en cada momento.

 

 

 

Una cosa que me ha pasado recientemente en un casting publicitario es que mis dos primeros takes fueron muy subidos, con muchísima energía y rapidez verbal. Cuando el director de dicho casting pasó a pedirme que hiciera un acting más contenido, me explicó el porqué: iba a hacer un primer plano, y de continuar con la misma propuesta, todo resultaría demasiado subido, y muy exagerado.

 

 

 

Por tanto, mi consejo es que amoldes tus dosis de energía en función de las necesidades de tu personaje, de las acciones que debas hacer, así como de las indicaciones de quien dirija el proyecto.

 

 

 

Además, fíjate (o pregunta, que es gratis) en si te están filmando con un plano general, un plano medio, primer plano, primerísimo primer plano…

 

 

 

4. Trabajo de cuerpo contenido

 

 

 

Este cuarto punto enlaza directamente con el anterior: volviendo al tema de la proyección, ¡la cámara también funciona distinto al teatro en cuanto a tu presencia corporal!

 

 

 

Y es que en teatro se intenta, en todo momento, crear la ilusión de un espacio que no existe realmente, más allá del atrezzo con el que se llene (o no) el escenario.

 

 

 

Por eso, el/la intérprete debe acabar de dar verosimilitud al espacio, y completar los huecos de la mente del espectador. El gran Peter Brook hablaba sobre esto en su tratado “El Espacío Vacío“: en teatro, basta un solo actor o actriz con mucha presencia para contar una historia.

 

 

 

En el audiovisual, salvo puntuales experimentos (como la maravillosa “Dogville” y su secuela “Manderlay“, de Lars Von Trier), se busca crear un mundo verosímil. Esto pasa por una dirección visual y un diseño de Arte que se ajusten al universo que se pretende crear… ¡Y también al comportamiento de los personajes!

 

 

 

En la vida real, nos expresamos mucho más como en el cine que como en el teatro. Si no me crees, compara la siguiente escena de “Fences” con la misma escena pero adaptada a cine, y sabrás de qué hablo.

 

 

 

En el audiovisual se contiene muchísimo más la expresividad y amplitud del lenguaje corporal: porque, sencillamente, la presencia se basa mucho más en el proceso emocional, así como en la mirada y en los microgestos.

 

 

 

5. Peso de la mirada y de los microgestos

 

 

 

Como ya he comentado en el punto 1, la cámara delata enseguida las mentiras, impostaciones y medias verdades en un actor o una actriz, por mucha técnica que tenga.

 

 

 

Por eso, es fundamental trabajar el peso de la mirada y de los microgestos. ¿Y qué son los microgestos? Sencillo: son esas pequeñas expresiones, a menudo casi imperceptibles, que sin embargo transmiten muchísimo sobre tu personaje, así como su estado emocional, su reacción ante lo que le está pasando, el momento en el que se encuentra…

 

 

 

Trabajar tu técnica con formación y actuando en tantas ocasiones como puedas es algo muy beneficioso. No obstante, ten en cuenta que el proceso actoral y los microgestos son elementos que no se pueden forzar o falsear.

 

 

 

Por tanto, la clave es que conozcas muy bien a tu personaje (investiga, pregunta mucho, define aquello que no venga ya definido por guión…) y que vivas al máximo todo cuanto te pase durante la escena. Permítete sentir y reaccionar mucho, escucha muy atentamente a tu compañero/a de escena (y devuélvele todo aquello que te ofrezca), ¡y atrévete a integrar incluso cosas que no estén pactadas o habladas de antemano!

 

 

 

¿Qué opinas?

 

 

 

¡Espero que este post te haya resultado útil e interesante! Para más contenidos, sigue atento/a a nuevos posts que iré publicando en esta web, así como los nuevos vídeos que tengo planeado subir. ¡Un abrazo y hasta pronto!